« Más turistas no significará más prosperidad para las Islas Baleares »
Entrevista realizada el 22 de septiembre de 2019 por Enrique Fueris del diario El Mundo
P: El discurso económico es a menudo un galimatías. ¿Se hace a propósito para que no lo entendamos?
R: Por el contrario, la economía es una ciencia social determinada por las personas y su comportamiento. Por lo tanto, debería ser la ciencia más fácil de entender. De hecho, es el arte de hacer que la gente entienda cómo se organiza una sociedad. En la Fundación Impulsa apostamos por hacerla más sencilla y cercana a las personas.
P: Usted advierte mucho sobre la desaceleración de la economía balear. Hay que temer tiempos más difíciles?
R: Sí, se avecinan tiempos difíciles. Nuestra economía se está desacelerando como las economías que nos rodean. Esto se debe a Brexit, al contagio de otros países, etc. . Tuvimos una recuperación impulsada por estímulos que funcionaron bien en su momento, como tasas de interés muy bajas, pero todavía tenemos un problema de productividad que no se ha solucionado.
P: ¿Nos ha hecho bien la crisis?
R: Hemos aprendido a vivir en la incertidumbre. Lo que está sucediendo ahora es turbulencia.
P: ¿Estamos viviendo menos bien que antes?
R: Las Islas Baleares están perdiendo calidad de vida: un habitante de las islas en el año 2000 tenía 123 euros frente a una media española de 100 euros, hoy sólo tiene 103 euros, y el PIB de las Baleares ha aumentado en los últimos 17 años a un ritmo acumulativo del 19%. Sin embargo, el PIB per cápita, cercano a la calidad de vida, disminuyó un 14,3%. Esto significa que el viejo discurso está agotado.
P: ¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad de vida?
R: La eficiencia es lo único que nos permite transformar el crecimiento en calidad de vida. Las Islas Baleares se convirtieron en una de las 50 regiones más ricas de Europa en el año 2000. Hoy sólo estamos en el puesto 113. No hay otra región con la misma desaceleración. Entre 2013 y 2017, el gasto turístico aumentó un 27,9%, pero el 89% de este aumento se debe al aumento del volumen, y sólo el 11% se refiere a la calidad.
P: ¿Existe una fórmula para lograr el éxito del turismo sin pagar por los efectos secundarios?
R: No hay actividad económica que no tenga impacto. Lo importante es que esta actividad sea capaz de minimizar los impactos que genera, de ello depende su éxito.
P: ¿Y qué es el éxito turístico?
R: Según el discurso habitual, el éxito turístico se asocia al volumen: la temporada es buena si vienen más turistas. . Puedo demostrarles que hoy en día esto no significa en modo alguno un éxito en el turismo . . . . En Baleares, más volumen no conduce a más prosperidad y, por lo tanto, más volumen no reduce el impacto medioambiental. Los éxitos basados en el volumen ya no son éxitos, estaban en los años 60, 70, 80 y 90, pero ya no lo son. Debe haber un medio de crecimiento que no pase por el volumen.
P: ¿Entonces la receta es reducir el volumen?
R: No, porque menos volumen tampoco conduce al éxito. Lo que lleva al éxito es cambiar volumen por calidad, vender menos pero con un valor más alto: un valor de sostenibilidad, innovación, marca….. Hay operadores que dicen que su empresa necesita pasajeros de cruceros, pero eso es porque su modelo de negocio se basa en el volumen, pero si se basara en otra estrategia, no necesitarían más pasajeros de cruceros.
P: ¿Qué cambio de estrategia puede suponer un comerciante del centro de Palma cuando gana dinero con los pasajeros de un crucero?
R: El discurso habitual es que hay empresas que «compiten con nosotros» (para los minoristas son plataformas online o supermercados, para los hoteles es alquiler de vacaciones) pero nunca hablamos de superar la propia competitividad. Tenemos muchas palancas competitivas con las que podemos ofrecer lo mismo, pero con un valor diferenciado. Si no lo haces, eres un prisionero de volumen, eres también un prisionero de impacto y esto lleva a una fobia al turismo, al «anticrisis»… Y esto genera conflictos.
P: ¿Es la fobia al turismo un síntoma del desequilibrio entre los beneficios y los resultados?
R: Así es. Y estos conflictos deben ser escuchados, porque ponen de relieve las tensiones que existen y que deben ser un incentivo para crear un nuevo discurso.
Lo que me preocupa es que estas voces se estén integrando en el obsoleto discurso de todos los tiempos: más o menos turistas.
Hay un viejo discurso que dice que más significa mejor, y en contraste otro discurso que dice que menos significa mejor. ¿Por qué no crear un nuevo discurso donde lo importante no sea más o menos, sino mejor? El debate no ha tenido éxito y me entristece ver que hemos estado perdidos en este debate durante 20 años.
P: Si niega la pareja más/menos, tampoco cree en el numerus clausus como en Venecia?
Limitar no es una solución porque en una economía tan desarrollada como la nuestra, no puede haber un solo verbo en nuestro diccionario económico: el verbo reducir. Mientras los verbos reasignan, manejan, disfrutan… renuevan este diccionario. Las Baleares deben crecer porque el crecimiento es la forma en que un territorio debe prosperar.
P: Lo mismo ocurre con los pasajeros de cruceros? las compañías navieras parecen estar de acuerdo en escalonar.
Las Baleares han puesto mucho empeño en posicionar el puerto de Palma como punto de referencia para el Mediterráneo. Es cierto que esto genera tensiones, la respuesta fácil es intentar reducir o escalonar la llegada de cruceros, pero ¿qué más podemos hacer? Si los flujos generan saturación, significa que no están bien gestionados, por lo que las soluciones no implican poner una barrera, sino gestionar lo que ocurre tan pronto como los turistas se bajan del barco.
P: ¿Tiene nuestro territorio la capacidad de absorber este volumen de turismo hoy en día?
R: Sí, si está bien gestionado. Si se hace como se hace hoy, tendremos problemas.
P: ¿Pero el volumen en sí no es un problema?
El discurso debe basarse en cómo lo manejamos.
P: ¿El turismo de monocultivos nos empobrece en términos de competitividad?
El turismo se ha vuelto muy importante y durante este tiempo, otros sectores lo han perdido, como la industria. El viejo discurso nos diría que diversifiquemos la economía y recuperemos la importancia de la industria.
El problema no es que estemos vinculados al turismo, sino cómo producimos los servicios turísticos: ¡exactamente igual que en las décadas de 1960, 1970 y 1980! En otras palabras, están orientados al volumen y no a la calidad.
El problema no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos: En los últimos 20 años, las Islas Baleares han perdido eficiencia y productividad en todos los sectores.
P: Pero en muchos sectores, se está haciendo un esfuerzo para digitalizar y actualizar, ¿no es eso suficiente?
R: Puedes alargar la vida de un discurso, pero es sólo maquillaje. No estoy diciendo que no estén haciendo un esfuerzo, sino que muchos no van en la dirección correcta: siguen pensando en el volumen y no en la calidad.
P: El parque del hotel está siendo renovado. Apostar por la calidad del turismo para competir en calidad y no en precio con Turquía, ¿no es ese el camino a seguir?
R: ¿Hay ejemplos de nuevos discursos en curso en nuestra economía? Sí. ¿Es suficiente? No.
De hecho, corremos el riesgo de que estas iniciativas se cansen porque la inercia acaba ganándolas: estamos más centrados en la promoción que en la gestión, es decir, que vienen más turistas. La promoción es volumen, la gestión es calidad.
P: ¿Es un error el ajuste estacional?
Esto es un gran error. Las políticas de ajuste estacional se conocen desde hace 20 años y son políticas de demanda que no llevan a ninguna parte.
La prueba es que hoy en día no estamos más desestacionalizados que antes, el éxito del turismo no radica en el número de personas que vienen o cuando vienen, sino en la forma en que prestamos servicios turísticos. El problema no es que la masa turística se concentre durante unos meses.
P: ¿Cómo puede afectar Brexit a las Islas Baleares?
R: Depende de la fórmula de salida. Pero si es un Brexit difícil, todos perderemos. Hay factores sobre la mesa que pueden generar turbulencias a las que la economía balear no tendría otra solución que adaptarse.
P: ¿Cuál es el margen de maniobra?
R: En general, las economías que crecen sobre la base de la eficiencia en lugar del volumen son más apropiadas.
P: La Ley de Cambio Climático impone plazos muy cortos para la eliminación gradual del diesel y la gasolina? ¿Podemos hacerlo suavemente?
R: Las Baleares firmaron el Acuerdo de Kioto como el resto de las comunidades españolas, el archipiélago sólo pudo aumentar sus emisiones en un 15%, pero desde 2012 lo ha hecho en un 87%.
Tenemos una tarea pendiente en el ámbito del cambio climático. Sin embargo, la ley sólo será efectiva si va acompañada de un nuevo discurso económico. Si no lo haces, la inercia seguirá ganando.
P: En agosto, el empleo alcanzó un nivel récord, pero el desempleo está aumentando por primera vez desde 2012. ¿Es algo bueno o malo?
R: La economía balear está creando empleo, pero por primera vez en julio y agosto, la tasa de desempleo ha aumentado. Ha aumentado porque la comunidad balear atrae mano de obra: este aumento no es consecuencia de la falta de empleo, sino del hecho de que más gente quiere entrar en el mercado laboral.
Por lo tanto, se ha producido un aumento de la mano de obra, pero la capacidad de incorporar trabajo tiene un límite. El problema es que no estamos haciendo buen uso de estos trabajadores. El 60% de ellos no tienen un trabajo que se ajuste a sus capacidades o están sobre o sub-calificados. Una economía que no se beneficia de sus trabajadores no puede crecer.
P: Usted ha mencionado la industria como un sector en declive. ¿Hay otro sector en ascenso?
R: Yo diría que el sector náutico.
P: ¿Pagaremos todo en eCurrency en 20 años?
Esto dependerá de la rapidez con que cambie el paradigma económico en cada país, pero soy consciente de que es este futuro el que finalmente prevalecerá.